Muchas personas temen hablar en público e incluso más en un idioma extranjero. Entonces, ¿qué puedes hacer cuando tu trabajo te pide o exige que lo hagas? ¿Dices que no? ¿Inventas una excusa? ¿Le dices a alguien más que lo haga por ti? Bueno, a veces puedes salirte de ella, pero hay muchos beneficios para ti si comienzas a hablar en público y mejor aún si lo haces en un idioma extranjero, en este caso inglés.
A muchos profesionales les piden en algún momento hablar en público, (puede ser en una conferencia, dando presentaciones a sus superiores o, actualmente, llamadas de conferencia) y muchos de esos profesionales se sienten desprevenidos porque, a diferencia de otras profesiones, como en mi caso la enseñanza, hablar en público es algo que muchos no practican durante sus estudios de pregrado o en sus empleos. Por lo tanto, muchos sufren ataques de pánico o se ponen nerviosos cuando les piden hablar en público.
Entonces, ¿qué puedes hacer cuando no puedes evitar hablar en público? Bueno, aquí tenemos unos tips para ayudarte con este tema.
Prepárate con anticipación
Una cosa que debes hacer cuando hablas en público es prepararte, tienes que juntar tus ideas y más o menos escribir un guion (digo “más o menos” porque yo no escribo un guion sino más bien un esquema porque me funciona mejor). De esa manera, tus ideas serán presentadas de una manera más organizada y tu cerebro estará un paso adelante de lo que digas. Una vez que tengas tu guion o esquema, practícalo en voz alta, algunas personas recomiendan hacerlo frente a un espejo, a mí nunca me ha gustado ese método así que lo practico en mi cabeza y a veces en voz alta. Si realmente te sientes inseguro, pídele a un amigo o familiar que escuche tu discurso y esto se relaciona con el siguiente punto.
Comienza lento
Una de las primeras cosas por hacer, especialmente si no estas acostumbrado a hablar en público, es comenzar a hacerlo con grupos pequeños. Puedes comenzar con un amigo y luego con un par de amigos y así. Después que les des una pequeña presentación, diles que te den sugerencias para así mejorar algún error que hayas cometido o algo que puedas mejorar cuando la hagas una segunda vez como la fluidez, la pronunciación de algunas palabras o cambiar algunas ideas. La próxima vez que hagas la presentación, incluye las sugerencias que te dieron a la misma e incrementa el número de personas que te escucharán o que te verán. De esta manera, te expondrás a tu “miedo” y así notaras que realmente no hay mucho a que tenerle miedo.
Conoce a tu audiencia
Es una muy buena idea conocer de primera mano quien será tu audiencia para así saber qué vocabulario utilizar, de qué temas hablar, básicamente lo que vas a decir. Esto te dará una ventaja ya que tu cerebro creará una imagen mental de la audiencia y tu nivel de estrés probablemente bajará ya que sabrás de que hablar y quien te escuchará.
Sé presumido (pero solo un poco)
Una de las cosas que aprendí hace tiempo fue en creer en mi mismo. Tienes que creer en tu conocimiento, en tus habilidades, si te pidieron que hables en público, probablemente haya una razón para eso, en un ambiente profesional lo más probable es que te elijan porque eres la persona que sabe del tema por ende eres el especialista en ese tema en particular. Por lo tanto, tienes que darte cuenta que tú eres el que tiene el conocimiento que las personas necesitan. Una vez que hagas eso (tendrás que repetírtelo frecuentemente) comenzarás a ganar suficiente confianza para bajar tu nivel de nerviosismo o ansiedad.
Enfócate en tu discurso
Algo que genera bastante ansiedad es pensar en lo que la audiencia está pensando cuando estás hablando, así que intenta no hacerlo. Al contrario, enfócate en el tema a tratar, en la información que estás diciendo y te sentirás mejor porque el tema es para lo que estas preparado. Algunas personas dicen que, si estas frente a una audiencia, deberías enfocarte en el horizonte, pero este método le puede parecer raro a tu audiencia ya que a nosotros nos gusta hacer contacto visual para saber que nos están tomando en cuenta. También, si estás frente a una audiencia y te sientes nervioso, intenta hablar con ellos para aligerar el ambiente, pregúntales sus nombres, de dónde son o qué expectativas tienen de la presentación (por supuesto esto dependerá del contexto y el tema que estés tratando)
Solo hazlo
Cuando yo comencé a dar clases, siempre pensaba en lo que podría salir mal frente a una audiencia, por favor no hagas eso. Una cosa es planificar a futuro y otra es sabotearte a ti mismo al pensar en todas las situaciones negativas que puedan suceder. Puedes intentar pensar en las cosas que pueden salirte bien porque te preparaste para ese momento y sabes qué decir en esa situación. Entonces, no pienses demasiado, ¡no te enfoques en las cosas negativas y solo hazlo!
Por último, hablar en público puede ser aterrador o puede causar mucho estrés, pero no es algo imposible, es bastante alcanzable una vez te prepares para ello, una vez pongas tu mente a hacerlo, incluso si estás atemorizado. Dominar esta habilidad puede darle un empujón a tu carrera, a tu motivación y a tu autoconfianza y, sí, tal vez tengas algunos traspiés en el camino, pero esos te ayudarán a caminar mejor.