Hay muchas dificultades al aprender un segundo idioma, especialmente cuando llegamos a la adultez, ya que en esta etapa de nuestras vidas nuestro tiempo libre suele ser más corto, las responsabilidades abundan, las relaciones interpersonales se incrementan y nuestra manera de aprender, y malas mañas, se han establecido.
Todo lo anterior no quiere decir que no podamos aprender o que seamos incapaces de cambiar nuestra manera de aprender, sino que, al crecer, preferimos ciertas actividades o metodologías que son las que han moldeado nuestro aprendizaje hasta ese momento. Es decir, ya cuando somos adultos, sabemos cómo nos gusta aprender y qué nos funciona. Entonces, ¿qué hacemos cuando la metodología o actividades que nos gustan para aprender ya no se utilizan? ¿Criticamos a los profesores, institutos o nos adaptamos?
Siendo profesor, te recomiendo es la adaptación puesto que, si bien es cierto que tenemos preferencias, también es cierto que los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación. Además, lo más probable es que tu viejo método de aprendizaje se siga utilizando, pero no tan a menudo o ahora se ha combinado con otro.
En el campo de aprendizaje de idiomas, y en este caso en el inglés, es un tema bastante común dado que muchos estudiantes adultos estudiaron con algún método anticuado, como el método audio-lingual, en la escuela o en el liceo y, cuando llegan a un instituto de inglés que utiliza un método más moderno como el comunicativo, los estudiantes suelen tener un choque en su aprendizaje. Entonces, los profesores a veces terminamos recibiendo una mala reputación, ya que los estudiantes que no se adaptaron al “nuevo” método, probablemente culpen al profesor al no haber aprendido mucho. Por lo tanto, los profesores debemos explicar sobre la metodología que aplicamos, cómo ayuda a nuestro proceso de aprendizaje, y todas las ventajas posibles, así como demostrarlas a través de los resultados de nuestros estudiantes.
Ahora, si eres estudiante, no debes entrar a un curso predispuesto, más bien todo lo contrario, ya que una de los puntos positivos de aprender otro idioma es que expande tus conocimientos del mundo y nos ayuda a ser más mente abierta ante ciertos temas y el caso del aprendizaje es uno de ellos. Muchos estudiantes de idiomas deben hacer actividades que normalmente no harían en su vida cotidiana como representar a un personaje en una obra en inglés. Exponer frente a un público, karaoke, juegos de deletreo o “spelling bee”, etc., además, puedo asegurarte que aquellos estudiantes que se adaptan a ese tipo de actividades son los que más disfrutan los cursos y aprenden más rápido. Por lo tanto, si anteriormente habías aprendido idiomas traduciendo todo, repitiendo o enfocándote en la gramática, ahora debes adaptarte a las nuevas maneras de aprender que te ayudarán a utilizar lo aprendido en situaciones reales.
Después de todo lo expuesto, podemos afirmar que, para aprender un idioma, ciertamente hay diferentes metodologías y hay que tener mente abierta a las nuevas metodologías y actividades que, si bien puede que no sean las que más nos gustan, puede que sean las que más nos ayudarán a aprender los contenidos que necesitamos para poder dominar el idioma. Por último, no nos olvidemos de la tecnología y el aporte que tiene en nuestro aprendizaje, ya no es necesario el tradicional libro de inglés o del idioma que queremos aprender, así que no descalifiques automáticamente un instituto o profesor que no utilice libro sino más bien entiéndelo como una oportunidad nueva de aprender.