Muchas veces nos cuestionamos sobre el porqué no aprendemos inglés o por qué hemos aprendido tan poco en tanto tiempo. Esto es algo por lo que todos hemos pasado, pero lo importante es no dejar de aprender, analizar si de verdad hemos aprendido, revisar nuestras fortalezas y debilidades, entender lo que nos funciona y lo que no.
Por esta razón, te traemos algunas cosas que no debes hacer al aprender inglés.
1. Obligarte a aprender: Si sientes que no estás aprendiendo, puede ser que las clases no estén diseñadas para ti, ya que cada uno de nosotros aprende de maneras diferentes. Si eres un estudiante kinestésico, pero en tus clases sueles aprender memorizando, se te hará más difícil el contenido, ya que tú necesitas actividades más prácticas que se adapten a tu manera de aprender.
2. Aceptar todas las metodologías de aprendizaje: Si sientes que no aprendes o que se te hace muy cuesta arriba aprender, puede ser que el método utilizado por tu profesor o el instituto donde ves clases esté desactualizado. Anteriormente, se usaba mucho el método “audio-lingual” que básicamente es donde escuchamos, traducimos, memorizamos y repetimos todo. Este método se considera actualmente anticuado, sin embargo, muchos institutos y profesores siguen usándolo sin agregar metodologías más actualizadas en sus clases. Esto puede ocasionar que los estudiantes se aburran, ya que los métodos anticuados suelen ser sumamente repetitivos y se ha comprobado que no son la manera más natural de aprender inglés.
3. Compararte (mucho) con tus compañeros: Si estudias con un grupo o tienes amistades que también estudian inglés, es buena idea practicar con ellos y que tengan diferencias, algunos manejarán más vocabulario, gramática, o se expresarán con más fluidez. Si crees que alguno de tus compañeros “sabe” mucho o sientes que está por encima del nivel, no te sientas mal o te frustres, ya que puede ser que ese estudiante sí esté por encima del nivel o que haya aprendido mucho antes que tú, como mencionamos anteriormente, todos aprenden de maneras diferentes.
4. Tener metas muy generales: Muchos estudiantes me dicen: “quiero aprender inglés”, y yo les pregunto: “¿Para qué quieres aprender?”. A lo que suelen responderme: “para hablar”. Estas respuestas son comunes, pero realmente son bastante amplias, es mejor comenzar con metas más específicas como: aprender para poder responder correos, aprender a responder preguntas del día a día o aprender para poder obtener un mejor empleo. Estos son objetivos más específicos que podrás lograr en un tiempo más corto que el famoso “quiero aprender inglés”. Como resultado, evitarás desmotivarte al ver resultados en tiempos más cortos.
5. Dejar que el “burnout” te alcance: El “burnout” es el equivalente en español a decir “quemado” o estar estresado, cansado, harto de algo, en este caso, de aprender inglés. Una de las maneras de no llegar a este nivel es con la sugerencia del punto anterior, pero también, si sientes que estás llegando a un nivel de estrés muy alto, puedes intentar cambiar la manera en la que estás aprendiendo, puedes enfocarte en otras habilidades de aprendizaje, practicar con otro tipo de ejercicios o simplemente tomarte un “break” o darte un tiempo antes de seguir con tus estudios.
6. Dejar que otros te digan cómo aprender: Si bien es cierto que hablamos sobre métodos anticuados, también es cierto que cada quien aprende de manera diferente, así que, si a ti te funciona aprender memorizando, porque tienes muy buena memoria, bueno, continúa memorizando. Eso sí, no te cierres a nuevas maneras de aprender. Si algún amigo o compañero te dice que la manera en la que aprendes no es la mejor, antes de darle la razón, piensa primero si te funciona a tí, de ser afirmativo, entonces no tomes su opinión en serio.
Estas han sido solo algunas sugerencias que hemos recogido a través de los años y que ahora puedes aplicar en tu aprendizaje, no solo del inglés. sino de otros idiomas extranjeros. Y recuerda que lo importante es que te enfoques en lo que te funciona a ti.