Desde hace algunos años, hemos observado cómo las siglas SEO (Search Engine Optimization – Optimización de los Motores de Búsqueda) han tomado gran importancia en la creación de contenido para aparecer en los primeros resultados de las búsquedas. Esto, por supuesto, se ha visto reflejado en la traducción. Pero, ¿en qué consiste la traducción SEO?
La traducción SEO está enfocada en mejorar el posicionamiento del contenido de una empresa basándose en “keywords” (palabras claves) de diferentes idiomas, el formato y la redacción, para lograr más visibilidad en la web.
En la traducción SEO no basta con utilizar un término correcto en el idioma al que estás traduciendo, es también necesario determinar las palabras de búsqueda de los usuarios en la web. Al usar esas palabras, logramos que los algoritmos de los motores de búsqueda las detecten, y así mejoramos el alcance y posicionamiento orgánico de nuestra página.
¡Pero no se debe hacer trampa! Llenar una página de keywords sin contenido real no será de ayuda, ya que los motores de búsqueda pueden detectarlo y penalizarnos, dejándonos fuera del alcance de los lectores.
¿Cómo determinar las palabras claves / keywords?
Posiblemente las empresas ya tengan sus keywords definidas en el idioma original. Basándose en ellas, un traductor podrá determinar las del idioma a traducir (existen herramientas que nos ayudan a definirlas como Google Keyword Planner y Keywordtool.io, entre otras.) y compararlas con las búsquedas de los usuarios en la web.
Una vez que hayamos determinado las keywords en el idioma a traducir – una idea relacionada a la localización– , debemos compararlas con las keywords más usadas en la web (Google Trends es una buena herramienta, aunque se debe tener en cuenta que Google no tiene la misma presencia en todos los países) para poder compararlas con la estrategia de la empresa y la concordancia con los productos que ofrecen, y finalmente compararlas con la estrategia de la competencia y así decidir las palabras que le permitirán mejorar su posicionamiento en el nuevo idioma.
La respuesta es un rotundo no. Para mejorar el posicionamiento en la web, debemos tener en cuenta todos los aspectos de la página o blog. Esto incluye el URL, la redacción, los títulos, las descripciones, incluso los links a otras páginas.
El URL de un sitio es la dirección del mismo (por ejemplo, https://xemant.com/). Cuando nos movemos por las distintas páginas de ese sitio, el URL se modifica añadiendo al final el nombre de la página que estás navegando (por ejemplo, https://xemant.com/clases-online-presenciales/). En la traducción SEO debemos también asegurarnos que esas palabras que se añaden al final de la URL sean atractivas (y relevantes) para los motores de búsqueda en el idioma traducido.
También debemos tomar en cuenta los títulos, descripciones y links a otras páginas añadiendo palabras claves en el idioma a traducir cuando sea posible y asegurándonos que los links dirijan al lector a la página en el idioma correcto.
Entonces, podemos ver que la traducción SEO requiere de profesionales que garanticen resultados positivos para tu página o blog en distintos idiomas. Cuando no estás bien posicionado, los usuarios no pueden llegar a tu producto, lo que significa que eres invisible. Tomando en cuenta los aspectos que mencionamos en este artículo, podrás tener un mayor alcance a nivel global si aplicas las herramientas SEO para traducciones.
¿Te fue útil esta información? Déjanos tus comentarios más abajo.