En inglés hay muchísimas palabras, pero los estudiantes podrían beneficiarse centrándose en las más frecuentes. Con más de 100.000 familias de palabras y miles más que se introducen cada día, la lengua inglesa tiene fama de poseer un vasto vocabulario. Sin embargo, algunos estudios indican que los estudiantes pueden entender aproximadamente el 65% de todo el texto escrito en inglés si dominan las 300 palabras más frecuentes del idioma. Estas palabras se dividen en varios grupos: verbos, nombres, adjetivos y adverbios, y todas tienen una función específica en la construcción de frases.
Los verbos son importantes porque describen actividades y procesos mentales. También se les llama palabras “de acción”. Los verbos más utilizados son “be”, “have”, “do”, “say” y “get”. Cuando los alumnos dominan estos verbos, son capaces de construir frases sencillas y hablar con claridad. Los sustantivos son igualmente importantes, ya que nombran objetos, personas, lugares e ideas. Aprender sustantivos de uso frecuente como “tiempo”, “persona”, “año”, y “día” es esencial para los principiantes.
En inglés, las preposiciones, los pronombres y las conjunciones también desempeñan papeles importantes. Preposiciones como “to”, “from”, in”, “out”, “on” y “off” son esenciales para transmitir las conexiones entre las distintas partes de una frase. Al sustituir los sustantivos de las frases por pronombres como “yo”, “tú”, “él”, “ella”, “eso”, “nosotros” y “ellos”, las frases son menos repetitivas y más fluidas. Además, éstas son algunas de las primeras palabras que aprendemos porque son parte central del idioma, ya que funcionan como sujetos. Y para que tus ideas suenen mejor y más naturales, tenemos las “conjunciones” que unen frases, palabras o esencialmente nuestras ideas; son aquellas como “y”, “pero”, “o”, “así” y “porque”.
Ahora bien, todas las palabras anteriores son sólo una pequeña parte del vocabulario inglés. Además, el número de palabras cambiará en función del contexto en el que te desenvuelvas. Por ejemplo, un académico necesitaría aprender más palabras relacionadas con su campo para progresar en su carrera. Del mismo modo, un ingeniero, un médico, un abogado o un profesor de inglés necesitarían aprender muchas palabras específicas relacionadas con su campo, además de aprender la jerga de cada carrera.
Familiarizarse con estos términos de uso frecuente puede ayudar a los estudiantes de inglés a adquirir mayor fluidez. Recursos como Oxford 3000, que se ajusta al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (CEFR), ofrecen una lista cuidadosamente seleccionada de términos cruciales para estudiantes de distintos niveles. Con ayuda de esta lista, los alumnos pueden centrar eficazmente su estudio del vocabulario.
También es importante recordar que no necesitamos aprender todas las palabras del diccionario, o alguna lista, sino las que realmente necesitamos. Del mismo modo, no debemos conformarnos con aprender sólo los ejemplos básicos mencionados, sino utilizarlos como “palabras de iniciación” en nuestro viaje para aprender inglés. Lo importante es empezar a utilizarlas en el contexto correcto.
Por último, aunque el vasto léxico de la lengua inglesa pueda parecer intimidante al principio, centrarse en los términos más frecuentes es una estrategia útil para sentar unas bases sólidas. Los estudiantes de inglés pueden mejorar enormemente su capacidad de comunicación y comprensión si dominan estos términos clave, lo que les permitirá alcanzar el éxito en el futuro. En plataformas como Preply, Udemy, Cousera y otras, hay materiales y planes de lecciones en línea disponibles para cualquiera que desee aumentar su vocabulario. Tampoco hay que olvidar los diccionarios de toda la vida, que ahora son digitales e interactivos.