Uno de los aspectos que muchos estudiantes pasan por alto a la hora de hablar inglés es la fluidez. Mejorar la fluidez al hablar es un viaje que implica práctica constante, exposición y las estrategias adecuadas. Además, es importante no confundir la fluidez con hablar rápido, lo cual es un error común porque tener fluidez en un idioma significa dominar tanto el idioma como la forma de utilizarlo.
Por eso aquí te daremos algunos consejos sobre cómo hablar inglés con fluidez.
La inmersión
Primero, lo primero. Para poder hablar, primero hay que escuchar. Por eso es importante escuchar mucho contenido en inglés para captar la forma de pronunciar, el vocabulario, la entonación, los modismos, etc., es decir, escuchar la forma de comunicarse de los nativos para poder emularla. Hoy en día, es bastante fácil hacerlo viendo vídeos en YouTube o en las redes sociales, debes encontrar algo que te guste para verlo con regularidad.
Expande tu vocabulario
Cuando empieces a escuchar y ver mucho contenido en inglés, podrás empezar a ampliar tu vocabulario. Podrías escribir un glosario de palabras o frases que te interesen y empezar a utilizarlas siempre que practiques el habla o incluso la escritura.
No busques la perfección
Uno de los aspectos en los que muchos cursos y estudiantes se centran excesivamente a la hora de aprender inglés es la gramática. Y es un buen enfoque, pero sólo te llevará hasta cierto punto, porque cuando la gente habla, no sigue necesariamente todas las reglas gramaticales. Así, en un curso de inglés te enseñan a utilizar verbos auxiliares para hacer preguntas, pero en la vida real la gente tiende a no utilizarlos mucho. Por si fuera poco, la gramática inglesa tiene muchas excepciones, así que es normal cometer errores al hablar. Además, cuando intentas ser perfecto al hablar, haces más pausas porque intentas recordar cómo utilizar las reglas gramaticales y eso afecta tu fluidez.
Usa palabras de relleno
De forma similar al punto anterior, hay algunas frases/palabras que la gente tiende a utilizar cuando empieza a hablar, por lo que es una buena idea memorizar y utilizar algunas de ellas para sonar más natural y fluido. Algunas frases de relleno son: «No sé” (I don’t know), “sabes lo que quiero decir” (you know what I mean), “en realidad” (actually), “supongo” (I guess), “totalmente” (totally), “ya sabes” (you know), “quiero decir” (I mean), o “algo así» (or something). Presta atención cuando escuches algunos de los ejemplos anteriores, ya que a veces aparecen al principio, entre frases o al final de las mismas. Son bastante comunes y utilizarlos correctamente te hará sonar mejor en general.
Conecta los sonidos
Hay algo que se llama «discurso conectado», que básicamente es cuando conectamos palabras al hablar. Es algo muy común en los hablantes nativos y deberías empezar a practicarlo cuanto antes para ser consciente de su uso y sonar natural. Puedes hacerlo prestando atención cuando veas programas de televisión y fíjate en que muchas palabras suenan como si fueran una sola, por ejemplo, la pregunta básica «how are you?» cuando la pronuncias con fluidez debería sonar como una sola.
Los trabalenguas
Esta última es una estrategia antigua pero muy buena, sobre todo cuando tienes problemas con determinados sonidos. Hay muchos trabalenguas en inglés, puedes encontrarlos fácilmente en Internet y practicarlos simplemente leyéndolos y repitiéndolos. Pueden ser divertidos y desafiantes, pero te recomendamos que elijas los que utilizan sonidos con los que tienes problemas. Por ejemplo, el sonido «th» suele ser un reto para los hispanohablantes, así que puedes buscar un trabalenguas con dicho sonido y practicar.
Por último, recuerda que la fluidez no significa necesariamente hablar rápido, sino hablar sin interrupciones, sin errores y conectando los sonidos correctos. Además, adquirir fluidez no se consigue de la noche a la mañana, sino que requiere tiempo, paciencia, escuchar y práctica, mucha práctica. Pero si sigues algunos de los consejos que hemos mencionado antes, adquirirás fluidez más pronto que tarde.