Antes de leer:
- Analiza el tipo de texto: incluso si no eres un lector ávido, seguramente puedes reconocer algunas estructuras comunes. Es muy probable que puedas identificar un poema, un email, una historia, o un artículo de noticias. Esto te ayudará a estar preparado para el estilo, el nivel de formalidad del texto, el tipo de información que será presentada, e incluso las palabras que puedan usar.
- Usa lo que ya sabes: lee el título y los subtítulos si están disponibles y observa las fotos que haya. Esto “activará” lo que ya sabes del tema (podrías incluso hacer una lista de palabras relacionadas) y te ayudará a estar preparado para la información nueva que presenten. Esto podría permitirte predecir la información que encontrarás para luego confirmar o contradecir tus ideas.
Mientras lees:
- No intentes entender todas las palabras: uno de los errores más comunes que cometen los estudiantes (y que los hace dejar de leer) es que creen que, para entender un texto, deben entender cada palabra. Entonces, comienzan a leer y se detienen en cada palabra nueva para buscarla en el diccionario. Naturalmente, esto toma mucho tiempo y los hace sentir frustrados porque “leen muy lento”. Está bien no entender todas las palabras de un texto (por supuesto, dependiendo de tu nivel y la complejidad del texto), puede haber palabras con las que no estés familiarizado pero, a pesar de que no sepas lo que significan esas palabras específicas, puedes entender la idea general del texto.
La clave es saber cuándo puedes ignorar esas palabras que no conoces y continuar la lectura porque entenderás el texto en general. Solo detente y busca las palabras necesarias para entender la idea. Te ahorrará mucho tiempo y te evitará frustraciones.
- Usa el contexto para entender el significado de las palabras: si encuentras una palabra que consideras importante pero no entiendes su significado, además de buscarla en el diccionario, puedes intentar ahorrar tiempo al elaborar un significado basado en la información y las palabras que la rodean. Piensa en el tema, cuán formal es el texto, o si la palabra parece tener un significado negativo o positivo. También puedes usar tus conocimientos de gramática y determinar si es un verbo (hay un sujeto o algo que indique que es una acción), un adjetivo (parece describir algo), etc.
- Toma notas/subraya/resalta: esto ayuda a algunas personas a internalizar la información más fácilmente. Puedes hacerlo directamente en el texto o usar un cuaderno para tomar notas de lo que consideras importante. Podrías escribir ideas claves, fechas, lugares, nombres, etc. Luego, puedes volver a tus notas cuando lo necesites o para resumir la información.
Después de leer:
- Haz/responde preguntas: después de leer, es importante hacer algo que te ayude a confirmar si entendiste la información o no. Idealmente, tu profesor te hará algunas preguntas o encontrarás algunas en un sitio web, pero tú también puedes escribir algunas preguntas (incluso antes de leer) y responderlas para saber cuánto entendiste. También puedes trabajar con un compañero y hacer preguntas mutuamente.
- Resume, categoriza o compara la información: si prefieres trabajar por tu cuenta, escribir un resumen de lo que lees es una manera de determinar cuánto entendiste. Dependiendo de la información, también puedes categorizarla, crear mapas mentales, organizadores gráficos, tablas, etc. o listas comparando lo que se presenta en el texto. Elige una tarea con la que te sientas cómodo y que te ayude a mejorar tus habilidades.
Estos son algunos pasos que puedes seguir para desarrollar tus habilidades de comprensión lectora. Te ayudarán a organizar el proceso y hacerlo más significativo para ti. ¿Conoces alguna otra estrategia útil? Compártela en la sección de comentarios.
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