5 mitos sobre el aprendizaje de idiomas

Como en toda área, en el aprendizaje de idiomas existen muchas creencias. Creencias sobre el tiempo que toma, el talento que requiere, lo que debes hacer para tener un buen nivel, las estrategias que funcionan, la mejor edad para comenzar o cuánto debes practicar.  

Si bien muchas de estas creencias pueden ayudarte a entender mejor el proceso de aprendizaje, debes ser cuidadoso e investigar pues algunas de estas creencias son falsas y pueden llegar a ser contraproducentes. Hoy hablaremos de estos 5 mitos sobre el aprendizaje de idiomas: 

  1. Un idioma se puede aprender en pocos meses. 

Esta es una de las creencias que, en mi opinión, puede ser muy peligrosa. En la actualidad, existe una cantidad innumerable de escuelas, institutos, aplicaciones, tutores, etc., que compiten entre sí para captar más estudiantes.  

En el afán de ser los más reconocidos y atraer a más estudiantes, se han creado campañas de publicidad engañosa que prometen a los estudiantes que lograrán dominar el idioma en algunos meses.  

Lamentablemente, estas campañas se aprovechan del sentido de urgencia y logran convencer a muchos que no están familiarizados con el proceso de aprendizaje y que, luego, se dan cuenta de que aprender un idioma no es tan sencillo como se lo prometieron. ¿Cuánto tiempo nos tomó dominar nuestra lengua materna? Fueron años de práctica y, aun así, no la dominamos al 100%. Entonces, ¿cómo podemos creer que aprender un idioma extranjero puede tomarnos solo unos meses? Sí, el proceso será quizá más rápido de lo que fue con nuestra lengua materna gracias a las metodologías y estrategias que se han ido desarrollando a través de los años, pero nunca será un período tan corto.  

Sugiero que, cada vez que encuentres este tipo de publicidad, no te dejes llevar a la primera, ignora esa parte de la publicidad y, si aún te interesa la institución, investiga un poco, busca testimonios para conocer la experiencia de otros y ten siempre en cuenta que te tomará mucho más que un par de meses.  

  1. No todos tienen la capacidad de aprender otros idiomas. 
Todos somos capaces de aprender idiomas si encontramos la manera correcta.

A lo largo de mi carrera, he escuchado a muchas personas (familiares, amigos e incluso estudiantes) decir que ellos “no sirven para los idiomas”. Ellos suelen creer que existe un don especial (que ellos no tienen) que les permite a los demás entender e internalizar las palabras y estructuras, pronunciar bien las palabras, entender a otros, etc.  

No hay nada más lejos de la realidad. A menos que tengas un diagnóstico formal sobre alguna deficiencia de aprendizaje, no es correcto decir que no puedes aprender otro idioma. Sí existen personas a las que este proceso les resulta más sencillo y esto se debe a que han desarrollado su inteligencia verbal más que otros. Todos aprendemos de forma diferente, el secreto está en buscar la manera en la que los idiomas sean más claros para nosotros. Si no estás aprendiendo, no es porque tu cerebro “no sirva para los idiomas”, es porque no estás usando tus habilidades de forma correcta.  

  1. La mejor manera de aprender un idioma es estudiando la gramática. 

Yo soy profesora y me gusta enseñar la gramática a mis estudiantes porque considero que, para muchos, los conocimientos gramaticales pueden ser una especie de bloques que se pueden usar, mover, intercambiar, etc., para construir oraciones y expresar nuestras ideas. 

Sin embargo, nunca diría que estudiar la gramática es la mejor manera de aprender un idioma. Existe una gran cantidad de libros de gramática que podríamos memorizar, pero, ¿quiere esto decir que seríamos capaces de comunicarnos con otros? Quizá en un nivel básico sí, pero los idiomas no son solo palabras que se añaden una detrás de otra. Hay factores que influyen en el mensaje que transmitimos como la entonación, la acentuación de ciertas palabras, el contexto en el que usamos esas palabras, la connotación, las expresiones idiomáticas y hasta el lenguaje corporal.  

Al enfrentarte al mundo real, notarás que quizá hay cosas que no comprendes porque no encajan en las reglas gramaticales que has aprendido. Incluso, los hablantes nativos de un idioma no siempre siguen las reglas gramaticales o suelen adaptarlas para poder expresarse mejor. Es por esto que, al aprender un idioma, debes integrar todos los aspectos del mismo: gramática, pronunciación, comprensión lectora, oral y hasta elementos culturales. De esta manera, lograrás comprender y expresarte de manera natural. 

  1. Existe un orden correcto para aprender los tiempos verbales. 
En la vida real, los tiempos verbales no se presentan en un orden específico.

La manera en la que los idiomas han sido enseñado a través de los años nos ha hecho creer que existe un orden específico para aprender la gramática. Comúnmente, en un curso de idioma te enseñarán primero el presente y el pasado simple, luego el presente y el pasado continuo y así irán añadiendo “complejidad”. 

Sin embargo, ese orden no es un orden establecido científicamente como el orden natural de aprendizaje (de hecho, hay una hipótesis que difiere del orden que se usa comúnmente). Ha sido más bien una convención en la enseñanza puesto que, en la vida real, las personas no te hablarán con ciertas estructuras basándose en tu nivel. Estar expuesto a las diferentes estructuras, incluso desde niveles iniciales, podría ayudarte a reconocerlas más rápidamente.  

  1. Al terminar un curso, ya sabrás el idioma para siempre. 

“Listo, terminé el curso de idiomas después de tanto tiempo y ahora podré enfocarme en otras cosas”. Si esto es algo que pensaste o crees que podrás hacer cuando termines tu curso de idiomas, lamento informarte que posiblemente estarás perdiendo tiempo y dinero.  

Aprender un idioma no es como construir una casa y saber que nunca se caerá. Siempre lo digo, estudiar un idioma es como ejercitarte y definir tus músculos: si lo haces diariamente, poco a poco verás resultados y, en algún punto lograrás tu cuerpo ideal. Sin embargo, si después de lograr ese cuerpo, decides abandonar el gimnasio y dejas de ejercitarlo, con el tiempo, tus músculos perderán su tonicidad y no se verán de la misma manera.  

Lo mismo sucede con los idiomas. Al terminar un curso, has logrado tus metas con el idioma (aunque este proceso en realidad es eterno y el aprendizaje es continuo) pero, si decides no practicar diariamente, con el tiempo, irás olvidando muchas estructuras, palabras, etc., puesto que no las usas y tu cerebro las elimina para abrir espacio a otras cosas en las que estás enfocándote. Así que, si deseas tener un nivel avanzado para siempre, es buena idea practicar todos los días.  

Ya lo ves, como sociedad hemos creado mitos sobre todas las áreas de nuestras vidas y los idiomas no son la excepción. ¿Conoces algún otro mito sobre los idiomas? Compártelos en los comentarios. 

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